domingo, 30 de junio de 2013

TEATRO, LO MÍO ES PURO TEATRO





Llegando al final de un camino largo y elaborado, vislumbro finalmente la luz... Todo un año de experiencias escénicas dejan su fruto y la verdad... entre nosotros... estoy exhausto. La docencia es un acto de generosidad y la teatral añade al esfuerzo de la enseñanza, la capacidad de ponerse en la piel del otro, la psicología en el trabajo, la paciencia y el espíritu organizativo. Con todo lo sacrificado que resulta a lo largo de una jornada de doce horas... hoy, aquí y ahora, me sigue compensando. Esa es la verdad. Me continúa fascinando ser partícipe directo de todas las fantasías que cobran vida en la escena y viven y reviven en las mentes, emociones y sensibilidades de los espectadores. Hoy, a punto de cerrar un nuevo capítulo profesional repleto de vivencias, os quiero dejar con retazos de lo que es, ha sido y será un año de teatro, por que lo mío, ya sabéis, es puro teatro. Besos y entended mis silencios, desde esa perspectiva. Os quiero.













domingo, 16 de junio de 2013

NEW YORK PART.III



Prometía ser un viaje repleto de sensaciones únicas, de esas que quitan el hipo y jamás se olvidan... Lo cierto es que no nos decepcionó a ninguno. La noche en la gran manzana descubrió su lado oscuro entre neones, vagabundos, locos, sonidos y el embelesamiento constante que ejercía el skyline sobre lo más profundo de nuestro ser. El mismo día que me emocioné hasta la extenuación escuchando un coro gospel en una de las muchas iglesias baptistas de Harlem, ese mismo día que atravesamos Central Park de punta a punta para acabar patinando en una pista de hielo sobre la que estampé mi cráneo haciendo alarde de mi técnica
 depurada en el noble arte del patinaje, aquel eterno y maravilloso día en el que decidimos asomar la cabeza por el Bronx por aquello del desafío personal y de conseguir derrocar el malogrado mito de nuestra infancia... Bueno, ese mismo día, nos deparaba una última y rocambolesca sorpresa que cambiaría nuestra percepción de la ciudad.

Acababamos de cenar en un cuchitril del Soho. Extenuados por la intensidad de la jornada, cogimos el metro de regreso a Port Authority, una vez allí tomaríamos un bus para finalizar nuestro periplo en el Hotel de New Jersey donde nos hospedábamos. En el vagón reinaba el silencio. Las conversaciones sonaban como murmullos distendidos y casi narcotizantes. De repente, sin más, justo antes de detenernos en nuestra parada... Un hombre de color con abrigo y gorro (Como tantos pudimos ver durante nuestra estancia) se abalanzó sobre uno de mis colegas y le golpeó con fuerza en la cabeza, con un objeto no identificado, pronunciando unas palabras que jamás desciframos y que suponían una amenaza en sí mismas... 



Después, en apenas dos segundos, el tipo aprovechó que el vagón se detenía y descendió sin más...Diluyéndose en el profundo anonimato y dejándome frente a un miedo paralizante que tuve que disipar en cuanto comenzó a brotar sangre a raudales y la histeria cobró cuerpo. Qué insignificante se puede llegar a sentir uno cuando te agreden con esa contundencia. La ciudad luminosa y chispeante se transformó en una bestia capaz de engullirlo todo, hasta la ilusión de permanecer. Por unos instantes temí por su vida, desconocía la gravedad de la lesión y él no paraba de gritar... Fue horrible.



Lo que sucedió a continuación fue, tal cual, un thriller americano con todos los ingredientes. Carrera por el metro en busca de alguien de seguridad, pérdida de conciencia, pareja de policías arquetipo, ambulancia por la 8ª Avenida, hospital social para inmigrantes, alcoholizados, presos, locos, pobres...5 puntos en la cabeza y un taxista Egipcio que nos condujo hasta New Jersey sin saber muy bien cómo llegar... ¡Cuánto me acordé del capítulo maravilloso de "Noche en la tierra" que tiene lugar en Nueva York!























Cuando llegué al hotel pensé en todo lo que habría podido suceder... En lo fácil que es llegar a sentir el reverso del destino, en lo infinitamente insignificantes que somos cuando una ciudad es capaz de decidir que la balanza se incline hacia el otro lado, en lo importante que es vivir sin miedo, en lo esencial que resulta tener sangre fría, en lo responsable que me sentía sin que los acontecimientos tuvieran nada que ver conmigo o mis decisiones... pero, sobre todo, en que la magia de la ciudad no había perdido un ápice de su fuerza, conocer su lado oscuro diseñó un paisaje todavía más atractivo del lugar. Tenía que desterrar lo idílico y comenzar a aceptar lo oscuro, lo miserable, lo que escondemos en el subconsciente y que jamás permitimos salir por miedo a que sea real... Como en la vida, nutrirse de sueños que sólo sostienen nuestros temores, es aceptar una gran e irrevocable derrota. Nueva York sigue siendo intensa...pero también jodidamente cruel.








domingo, 2 de junio de 2013

RADIOHEAD





Hoy me siento triste, como habitando una canción de Radiohead de esas que me desgarran el alma casi sin querer y no son pocos los ejemplos... Es una tristeza reposada, nada virulenta... Pero es una tristeza en definitiva. La voz de Thom Yorke produce en mis sentidos esa herida melancólica y dulce que en ocasiones desemboca en lágrimas, en la penumbra, recostado en el lecho, exorcizado por las notas, los giros, los matices y ese llanto perpetuo que parece afligir al vocalista y que cuando canto, hago mío... Me sucede también con Jeff Buckley, Rufus Wainwright o Matt Bellamy... Sus voces son un dardo de inevitables repercusiones, me emborracho de su aflicción  y entro en una especie de catársis emocional y liberadora... Aunque subyace la pena, esa necesidad tan humana de gritar el dolor para aplacar lo que palpita en la herida. Descubrí a Radiohead con una canción que ha marcado un antes y un después en mis preferencias musicales. Recibía un curso de danza Release contact y sonó en el equipo un tema del álbum "Amnesiac" que me transportó inmediatamente a un lugar desconocido y mágico. Su nombre, Pyramid song. Una pieza maestra de lirismo y, reconozco, una de las canciones que más me han emocionado en toda mi vida. Tirando del hilo de ese descubrimiento todo vino rodado... Apareció también su predecesor "Ok Computer" considerado uno de los mejores discos de los 90 por la crítica y que, sinceramente no tiene desperdicio. Su Creep, se ha convertido en un icono del rock alternativo, todo un himno versioneado hasta la saciedad por artistas de todo el mundo. Sus vídeos suelen ser inspirados y creativos, sus letras críticas y potentes, sus músicas siempre abiertas a la investigación, a crecer... Cosa que agradezco en un músico. Siempre se han desmarcado de la comercialidad, su originalidad reside en la particular huida de lo establecido, del estándar. Un logro sólo sostenible si aceptas el rechazo de un mercado, de por sí en decadencia y buscas tus propios caminos... Venta de discos por internet, conciertos, giras y un público fiel que han sabido trabajarse a lo largo de los años. Os dejo con algunos de sus temas... Me voy a recostar en la cama y cerraré los ojos, musitaré las letras, viajaré a pesar de la tristeza...Thom, cuando quieras.