lunes, 25 de noviembre de 2013

FREAKY MOMENTS IV


Vuelvo al ataque con nuevos y suculentos vídeos que me recuerdan, sin paliativos, la riqueza y complejidad del ser humano, lo extravagantes que resultamos todos en nuestras manías y aficiones particulares y, por qué no, las ganas locas que tengo de reírme de todo y de todos. Que es tan sano como reírse de uno mismo... 

1-Quiero cantar como ella...joder: Aquí, la tenéis, una clara aspirante a niña prodigio, bien educada por un padre excesivamente orgulloso o una madre frustrada en el artisteo... Y el fruto llega en forma de adolescente furiosa, obstinada y un tanto cazurra... Dispuesta a todo por un sueño.


2-¡A callarse todos coño!: Nuestra princesita, reina en otro tiempo del trono de la hamburguesa caramelizada, tiene un mal día y nos lo hace saber esgrimiendo un poderoso e irrefutable argumento, ejem...Y Dios le otorgó la palabra!



3-Mamá, quiero ser artista... :  Por favor... Hay padres muy enfermos, te lo digo desde ya... Esa niña es un verdadero monstruo gestado durante largas horas frente a una pantalla, mimetizando cualquier cosa que podamos catalogar de admirable. Una niña freak que otorga escaso o nulo protagonismo a su tímida acompañante y que se come literalmente a la presentadora y a su estrambótica estrella, a la que admira y eclipsa en partes iguales. Sin comentarios.


4-¡Vamonos de paseito, chicos...! :  Quizás sea un tanto cruel por mi parte, pero la distancia tiene estas cosas... Los veo y no dejo de pensar en lo super guays que son y en cómo fardan de yate y de nenas y de pose y de... en fin, qué más da... cuando te das una buena ostia eres tan humano como todos... pero a mi mente perversa le hace más gracia así...


5- Máster en peluquería doméstica...oh, oh... :  Si una adolescente se entrega a la causa de enseñar sus conocimientos capilares, lo menos que podemos hacer es seguir sus consejitos con cuaderno en mano y una buena actitud, nunca se sabe cuando vamos a necesitarlos... Que linda chica desbordando su arte hasta extremos insospechados...


6- Volad, volad, pajaritos... :  Cuando se agudiza el ingenio a uno le da por experimentar... Bastan el deseo de probar cosas nuevas, un objeto rodante y un motor para comprender que la ciencia no tiene límites... Aunque la física diga lo contrario... 





7- Volar no tiene edad... pero tiene sus cosillas:  Cosas que son buenas descubrirlas por una misma, como esta abuelita tan dispuesta y simpática que ha olvidado un pequeño y transcendental detalle... No se puede estar en todo y que le quiten lo volao...


 8- :Equivoqué mi camino...Gracias por descubrirme la verdad:      Esa candidez tan genuina, que embelesa al más avispado y docto de los intelectuales, esas miradas tan cómplices, esas sonrisas tan sinceras, tan propias de quienes representan la humildad y la honestidad en su máximo exponente... y qué argumentaciones!!! Recomiendo bolsa para vómitos cerquita... Como diría mi amiga Lola, estos sí que son frikis...



9- :Tranquilos todos...los grandes hombres nos protegen:     
 Si es que no hay nada como una buena formación militar y unos amplios conocimientos en armamentística para garantizar la paz mundial en el mundo entero (exceptuando esos pequeños daños colaterales de nada...)... Aaaaay... los hombres y sus peculiares inventos... Son como niños jugando a la guerra.


10- : ¡Ay qué listo es mi niño y qué bien le sale tó!!!:     
 Todo un talento el de este chico...y estilo no le falta... No contento con la transgresión que está a punto de acometer, el niño está a puntito de demostrar al mundo que las carambolas de la vida son una admirable manifestación proporcional a la estupidez con la que se elaboran estas cosas... Otra vez te lo piensas dos veces chato...


Bueno queridos míos... que frikis somos todos y que mis torpezas son reconocidas en toda la comarca así que, que vivan las bizarradas humanas y sus ejecutores. Besotes y disfrutarlo.

martes, 12 de noviembre de 2013

APARIENCIAS...


Aparentamos que somos felices, una sonrisa encubriendo el desfile de máscaras y corazas en las que refugiamos la esencia y la verdad para que sean inaccesibles, imperturbables, anónimas, recónditas... Y todo con el propósito indoloro de conseguir no reconocernos un día y soportar mejor la mentira existencial que nos cubre, como un manto de luciérnagas apagadas o como el viento cuando mece la hojarasca impávido, mientras repica una campana en algún lugar... Vendemos una ficción indigesta para ahuyentar todo resquicio de dudas sobre la armonía reinante, una ficción insoportable en horas de recogimiento, cuando nos arropamos entre olores confortables y una compañía no del todo deseada... Pero qué puede importar un día más... Cerramos los ojos y musitamos frases invisibles que hablan de esfuerzo y de búsqueda de razones inexistentes que sostienen ¿qué? Tal vez la esperanza de un cambio, quizás sólo un aliento, más profundo si cabe, para afrontar la farsa insostenible que hemos decidido llevar a cuestas... Una vez montado el escaparate, sólo aspiramos a ser observados sin juicio, con la sonrisa edulcorada y todo impolútamente colocado aunque el alma mendigue una tregua con desesperación y la sombra nos quiera abandonar de pura desidia. Hemos hecho creíble un modo de vida tan vacío como destructivo. Casas sin cimientos, heridas embozadas para que no sangren, palabras evasivas y un sinfín de trucos mágicos a los que dotamos de credibilidad para que confirmen todas esas hipótesis que hablan de "ocultar para sobrevivir". Hoy, hablando con una amiga que ya no siente a su acompañante de vida, pero sí que su vida se desmorona... hoy, he visto claramente que nadie nos educa para reivindicar o aceptar la verdad, aunque sea dura... Por contra, la primera lección aprendida sigue siendo...No sufrirás, cueste lo que cueste... terrible alegato de parálisis, aleccionador y firme, extendido y universalmente aceptado por todos... No es casual que este Blog abandere un lema tan contundente, es mi apuesta... Si hablo en plural es porque no pretendo resultar pretencioso acaparando la verdad como verdad absoluta que no me salpica... Todavía, en ocasiones sigo vistiendo ese traje que confunde el bienestar con la lucha, la pasividad con la acción, la seguridad con la responsabilidad, pero cuando siento que me arropa, ahora, al menos ahora, consigo decirme... quiero ser de verdad... Y aunque no siempre es una certeza, porque ser coherente es de las cosas más difíciles de alcanzar en este camino... sigo intentándolo, con menos temor y más constancia. Ayer me sentí bien conmigo mismo por ser capaz de hablar de mis verdades sin que ella, mi amiga, sintiera miedo de reconocerse en su mentira.